PROYECTO VITAL


Definir que es un proyecto vital

Del latín proiectus, el concepto de proyecto nombra al conjunto de actividades coordinadas e interrelacionadas, que buscan cumplir con un objetivo específico, en este sentido podría decirse que un proyecto vital es la dirección que un persona marca para su propia existencia.
pueden existir presiones del ambiente social o familiar para determinar el proyecto individual.
En definitiva, todo proyecto es un camino para alcanzar una meta. Un proyecto de vida marca un cierto estilo y un modo de llevar adelante las acciones que conforman la existencia.
Como resulta evidente, cada persona tendrá su propio proyecto de vida. Los psicólogos resaltan la importancia de determinar este proyecto, para dotar de un sentido profundo todas las acciones.

2. De qué forma esta definición podría aplicarse a nuestro rumbo profesional.

El docente que posee proyectos de vida asume su labor pedagógica como educador e incluye está en la complejidad de su propia vida. El éxito de un docente y en general de toda persona depende de la manera como se proyecte en la vida. No todo docente educa. No todo docente es pedagogo. No todo docente es maestro. Es deseable que el profesor y quien ejerza la docencia sea un verdadero pedagogo, maestro y educador al mismo tiempo, es deseable que el verdadero pedagogo y educador asuma este oficio como uno de sus proyectos de vida.
Muchos docentes entregan toda su vida al oficio de educar, dejando de vivir otras dimensiones de la vida, o dedicando lo mejor de sí a este y poco o nada a la calidad de vida personal, familiar, social, cultural, espiritual, estética o política. El proyecto de vida pedagógico no reside solamente en prepararse de manera permanente para generar oportunidades y capacidades de intervenir en la formación integral de los estudiantes, sino también y sobre todo en asumir su vida con pensamiento pedagógico, es decir con capacidad para intervenir pedagógicamente en el manejo de su propia vida. Las personas que no poseen proyectos de vida avanzan consciente o inconscientemente proyectos de muerte, ven las cosas en y desde una misma dirección.
Es cierto que el verdadero educador roba buena parte del tiempo de su vida para entregarla a este oficio. Pues hay que invertir en la preparación de verdad y con rigor de las clases, para generar posibilidades y capacidades de motivación y aprendizaje significativo, desarrollo de competencias cognoscitivas y socioafectivas, comprensiones y vivenciación de conocimientos; en conocer los progresos en los campos y disciplinas afines a las áreas de formación, así como diferentes enfoques y modelos pedagógicos clásicos y contemporáneos, para no quedarse con visiones y perspectivas teóricas y metodológicas lineales, nicas, uniformes y regidas, negándose la posibilidad de recoger lo mejor de la diversidad pedagógica; en regalarle tiempo al estudiante en lugar de cerrarle las puertas del afecto, la amistad, la tolerancia y la comprensión; en conocer a los estudiantes y seleccionar metodólogas heterogéneas en lugar de homogeneizantes que advierten a estos como una masa nica que debe aprender, comprender y actuar del mismo modo y a un mismo compas rítmico; en fin, requiere tiempo que la relación laboral no otorga para ver y hacer lo que la rutina le impide, pero que él esté dispuesto a dar o inventar porque libremente ha asumido un compromiso moral y ético: el de educar, es decir favorecer el desarrollo humano y de la vida, función que no se les exige a quienes libremente asumen oficios o compromisos diferentes.

Hay estudiantes y profesores que, por el contrario, asumen el quehacer de la formación y otros quehaceres de su vida práctica como proyectos de vida. Estos estudiantes son contados con la mano en los cursos y hasta en la institución. Ellos cuentan con esquemas y capacidades cognoscitivas, investigativas, autorreguladoras, motivacionales y actitudes que les permiten aprender por encima del profesor. Igual algunos docentes poseen estos y otros esquemas y capacidades para asumir la función educadora. Muchos de los criterios por los cuales se evalúa y califica a los estudiantes, hacen parte de la autoevaluación que los verdaderos educadores tienen como rutina.

El proyecto de vida pedagógico es el diseño de un plan mediante el cual los docentes se ven y asumen como educadores, evaluando y controlando la acción de intervenir en la formación realmente integral de sus estudiantes y de sí mismo.
El aprendizaje del pedagogo es permanente y continuo.

3. Diseño del itinerario formativo

Pedagogía es una carrera la cual se basa mucho en la realizacion de trabajos con loscuale nos podemos identificar con puestos de trabajos que quizás en un futuro podrían ser los nuestros.

La metodología que hemos utilizado durante el período cursado es la siguiente:
- Inicamos el curso con la creación de un blog usando el servicio www.blogguer.com. Dirección web de mi blog: http://bellezadelsilencio.blogspot.com
-Más tarde creamos otro blog, que es el grupal. Estos blogs más las demás aplicaciones referentes a la Plataforma de Enseñanza Virtual de la Universidad de Sevilla lo utilizamos como herramientas educativas en el desarrollo diario de la asignatura.

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